¡Hola Chic@s! El miércoles por la tarde, como cada semana, nos dirigimos a nuestra clase de biblioteconomía. Al llegar, muchos nos enteramos de que la profesora no podía acudir, pues se encontraba enferma, pero que nos había dejado una tarea bastante interesante. Teníamos que visionar unos cuantos videos y debatir su contenido en clase. Por motivos ajenos a nosotros, no pudimos acceder al aula, fue imposible que se desarrollase la clase, por lo que, nos hemos traído la tarea a casa. Una pena, la verdad, pues hubiese sido mucho más interesante escuchar las opiniones de cada uno de nosotros. Pero, por suerte, todos disponemos de un blog, así que, a lo largo de la semana, nos iremos informando de las conclusiones de nuestros compañeros.
Nada más observé el título de las grabaciones (Mindspot the Movie: The Library as a Universe, The Children´s Interactive Library y Transformation Lab: Prototyping the Future and Unleash The Users) hubo algo que me echó para atrás, ¡estaban en inglés! Pero a diferencia de lo que pensaba, son reproducciones bastante dinámicas en donde la palabra no es más que un complemento, aunque no sepas nada del idioma, puedes captar la esencia del contenido. A través de distintas situaciones y unos diálogos, en un inglés bastante fácil de comprender, se nos quiere mostrar las bibliotecas del futuro. No pienso analizar video por video, sino remarcar los conceptos principales, ya que en todos ellos subyace la misma idea: debemos acercar estos recintos a todo tipo de públicos. Hasta ahora, se ha venido pensando que a una biblioteca solamente acuden aquellas personas que se están preparando para un examen, y por lo general, suelen sobrepasar los 17 ó 18 años. Pero si aquí se encuentra recogido bastante conocimiento ¿por qué no van los jóvenes? ¿Y los niños? Quizás, esto se deba a la asociación que existe entre la idea de una biblioteca y la de un lugar oscuro, cerrado, donde todo el mundo está muy concentrado y nadie habla. ¿Quién va a mantener a un chiquillo de 7 años quieto y callado? Pero si para que ellos aprendan se usan métodos didácticos, orientados al entretenimiento y a la captación de conocimientos mediante el juego, ¿por qué no se hace esto en las bibliotecas? Yo recuerdo, que cuando cursaba primaria, todos los años nos llevaban de excursión a
Pero, no solamente debemos adaptar las bibliotecas a los más pequeños, sino que los adolescentes tampoco son muy dados a acudir a ellas. ¿Y si al entrar en ellas se encuentran con un cartel en donde se anuncie “bibliotek”? ¡Uy, esto es una falta de ortografía! Se está utilizando el lenguaje abreviado del que ellos son partícipes día a día. Y ¿por qué no? Y ya que estamos ¿por qué no habilitamos zonas al aire libre? Sinceramente, a mí me encantaría poder estudiar al solecito ¿Y si los sillones nos recuerdan a nuestra casa? Sí, más cómodos y alegres. ¡Y salas de descanso! ¡Con revistas, música y televisor! ¡Y una cafetería! Es que tener que descansar al aire libre cuando llueve no es que sea muy agradable. ¡Muchos espacios para trabajar en grupos! Pues sí, que a veces tenemos que hacer trabajos entre unos pocos, y claro, en silencio no se puede estar. Y las salas de lectura son pocas y siempre se encuentran ocupadas, no estaría mal disponer de recintos donde todos podamos conversar, eso sí, sin molestar a los compañeros. La verdad, estaría bien todo esto ¿eh? y lo mismo conseguimos que las bibliotecas nos queden relegadas a un segundo plano.
¿Hasta qué punto debemos llegar? ¿Tenemos que sacrificar nuestras actuales bibliotecas? En mi opinión, tenemos que ofrecerle a cada tipo de personas aquello que necesite, y es lógico, que a cada edad las necesidades sean diferentes. No estaría mal, que muchas bibliotecas públicas contasen con espacios infantiles, o que entre sus servicios, se encuentre alguna innovación dirigida a los más jóvenes. Pero no podemos pretender que todos los espacios bibliotecarios se orienten en torno a estas ideas. Pues en una biblioteca universitaria lo necesario es disponer de bastantes puestos de lecturas, de buenas instalaciones para los alumnos, de una gran cantidad de manuales y monografías, y quizás, no sea tan importante encontrarnos con un mobiliario moderno. Aquí, los usuarios, vamos a estudiar para nuestro exámenes o a consultar bibliografía para un trabajo, por lo que, sí que es imprescindible el silencio y la tranquilidad. En mi opinión, debemos unificar todos estos propósitos para crear diferentes entornos en donde se cubran las necesidades de la mayor parte de usuarios.
Tras pasarme un rato navegando por youtube, he seleccionado un video que, a mi parecer, se encuentra muy relacionado con los anteriores. Aunque su formato no están dinámico y llamativo, recoge un proyecto bastante interesante: una biblioteca para ciegos. Una vez más, estamos intentando abrir las puertas a un público con diferentes necesidades, y la verdad, hay una gran parte de la sociedad que padece esta incapacidad. Ellos son capaces de leer en braille pero no existen libros de consulta que se encuentren escritos en este sistema. También, pueden escuchar su contenido por lo que no estaría de más contar con grabaciones de los manuales. Hoy en día, la tecnología les ha abierto grandes barreras, existen programas informáticos, como el zoom tex, que amplían muchísimo las imágenes de un ordenador, incluso, te leen todo aquello que vayas escribiendo en Word. Y si contamos con puntos de audio para los más pequeños, sería lógico contar con grabaciones para estas personas. No creo, que sea necesario crear bibliotecas únicamente con este fin, pero sí que podemos, albergar sesiones, en las ya existentes, donde se encuentre este material. Ellos también tienen derecho a adentrase en el mundo mágico de los libros, y si tienen un lazarillo para poder caminar, también podrían tenerlo para leer. No se si visteis la película titulada “El lector”, en ella, se observaba como un niño le leía diversas novelas a una señora que no sabía leer. A ella, como a los discapacitados, le gustaba escuchar todas esas historias pero le era imposible acceder a ellas. Hoy en día, al menos en nuestra sociedad, esto ya no supone ningún problema, pues existe un alto nivel de alfabetización. Pero sí que existe otro tipo de público, al que le gustaría acudir a una biblioteca, y se encuentra con numerosos impedimentos. En definitiva, de una forma o de otra, lo que debemos conseguir es que todos podamos acceder a los libros, y a la cultura en general, y los métodos empleados son solamente meros auxiliares.
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